Este guiso que le ofrecemos (en Carranza son “patos de chon”) tiene una historia, una tradición enraizada en las costumbres milenarias de nuestras matanzas y nuestras creencias.
Tras la matanza, las manos se conservaban, bien en sal o bien curadas, como seguimos haciendo en Lombera de Carranza y era por Carnavales, justo antes de la Cuaresma, en que no comíamos carne, cuando se desalaban y se guisaban con los pimientos choriceros secos recogidos el pasado verano; era el adiós a la gula y a los sentidos, la despedida hasta el renacer de la Primavera.
Nosotros se los ofrecemos todo el año.
Información alérgenos : Contiene gluten (pan rallado)