¿Sabes diferenciar un tomate Eusko Label?

Con la época estival a la vuelta de la esquina, los consumidores esperan ansiosos a degustar los primeros tomates de la temporada. Sabrosos, carnosos y con su característico color rojo brillante, se trata de un alimento básico, cuyo incomparable sabor lo convierte en el producto ideal para confeccionar infinidad de recetas.

Su protagonismo en las huertas del País Vasco y su éxito entre los consumidores es innegable. Con la llegada del buen tiempo, el tomate inunda los supermercados, pero además de sabor y frescura, este producto viene acompañado de diferentes etiquetas que, a pesar de certificar la calidad y garantizar el cumplimiento de una serie requisitos, no siempre sabemos interpretar.

Una de esas denominaciones es Eusko Label, una marca cuyo signo gráfico es la K de Kalitatea y sirve para identificar los productos agroalimentarios producidos, transformados y elaborados en la Comunidad Autónoma del País Vasco. Además, este distintivo asegura una calidad y singularidad contrastada.

Regulada por Hazi Fundazioa, entidad dedicada al impulso de la competitividad y la sostenibilidad del sector agroalimentario, la denominación Eusko Label engloba tomates pertenecientes a las variedades jack, cabrales, ramón, robin, pio y goloso y destinadas al consumo en fresco.

Una de las características más significativas del tomate Eusko Label es su tamaño; para presumir de la preciada “K”, el calibre mínimo para granel debe ser de 74 milímetros (67 para bandeja) y la concentración de azúcares en el momento de su comercialización, expresado en grados Brix, debe ser superior a 4,5º. 

El tomate certificado como Eusko Label mantiene el aroma, color y sabor del tomate de toda la vida. Seleccionado de entre las mejores variedades y cultivado de forma respetuosa con el medio ambiente, este tomate tiene forma asurcada, color entreverado, totalmente lleno de pulpa sin zonas huecas, y está recogido en su punto óptimo de maduración, lo que hace que tenga un sabor intenso y auténtico.

A esta designación se suma el sello Euskal Baserria, una marca de garantía que identifica las frutas y verduras del País Vasco, producidas en pequeñas huertas o explotaciones agrarias con una gran atención y cuidado del productor. Pese a no estar obligados a cumplir los requisitos de calibre y azúcares exigidos por Hazi para ser Eusko Label, los tomates Euskal Baserria continúan manteniendo el sabor y exquisitez.

Son productos de calibre más pequeño que los Eusko Label, pero también se recogen en su punto óptimo de maduración, preservando sus características; un factor que, unido a la cercanía y dedicación en su producción, da como resultado un fruto de gran sabor y calidad, con todas las garantías de origen.

Pese a la etiqueta distintiva, la planta de la que nacen ambos tomates sigue siendo la misma. En Momoitio Baserria, ubicado en Berango, Begoña Lumbreras recoge tres días a la semana los tomates de su huerto y los categoriza en función del tamaño y color en tres grupos diferentes: Eusko Label, Euskal Baserria y un tercer grupo para los más pequeños. 

Las tres categorías conservan el sabor del tomate tradicional, pero según asegura Begoña, es el tomate Eusko Label el que adquiere un sabor algo más dulce; aunque en ocasiones se trate de una diferencia casi imperceptible para el paladar.

Poco queda ya para disfrutar en nuestros hogares de los tomates de esta temporada. Lumbreras afirma que este 2017 la cosecha se adelantará respecto al año pasado, debido a la excelente climatología que estamos disfrutando. “Ahora mismo la planta está preciosa y el grano de la planta hermoso”, describe Begoña.

Poco a poco, esta productora comprueba cómo sus tomates van cogiendo forma y mejorando en dureza y sabor, preparándose para conquistar los paladares . En ensalada, donde el fruto adquiere su máximo protagonismo, embotado, o como base para una empanada, el tomate se antoja indispensable en las próximas recetas de verano.

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